Ruta de 5 días en autocaravana por La Rioja: vino, historia y naturaleza

La Rioja es mucho más que vino. Es historia, monasterios milenarios, carreteras entre viñedos infinitos y pueblos donde el tiempo parece haberse detenido. Si viajas en autocaravana, recorrer esta comunidad es una experiencia perfecta: distancias cortas, buena gastronomía y muchas áreas habilitadas para pernoctar.

Aquí te propongo una ruta de 5 días en autocaravana por La Rioja, inspirada en las recomendaciones de la web oficial La Rioja Turismo, ideal para descubrir lo mejor de esta tierra con calma.

Día 1 – Logroño y Navarrete: bienvenida riojana

Empieza tu aventura entrando en La Rioja por su capital, Logroño, una ciudad vibrante que combina historia, vino y tapeo.

Dedica la mañana a recorrer el casco antiguo: la Concatedral de Santa María de la Redonda, el Puente de Piedra sobre el Ebro y la animada Calle Laurel, donde las tapas y los vinos son religión.

Por la tarde, pon rumbo a Navarrete, a solo 15 minutos, un encantador pueblo del Camino de Santiago con tradición alfarera. Sus calles empedradas y el ambiente tranquilo son el lugar perfecto para pasar tu primera noche.

Dónde dormir: área de autocaravanas en Navarrete, con servicios básicos.

Día 2 – Haro y la Rioja Alta: entre viñedos y bodegas centenarias

La segunda jornada te lleva al corazón del vino: Haro, cuna de algunas de las bodegas más prestigiosas de España.

Visita el Barrio de la Estación, donde se concentran firmas míticas como Muga, López de Heredia o CVNE, y disfruta de una cata entre barricas centenarias.

Por la tarde, recorre los pueblos de la Rioja Alta:

• Briones, con su casco medieval y el Museo Vivanco de la Cultura del Vino.
• San Vicente de la Sonsierra, con su puente romano y vistas al Ebro.

Dónde dormir: área de autocaravanas en Haro o en los alrededores (varias bodegas permiten pernocta con reserva previa).

Día 3 – Santo Domingo de la Calzada y San Millán de la Cogolla

Por la mañana, dirígete a Santo Domingo de la Calzada, una joya medieval donde “cantó la gallina después de asada”. Visita su impresionante Catedral y pasea por su casco histórico amurallado.

Después, continúa hasta San Millán de la Cogolla, cuna del castellano. Aquí se encuentran los monasterios de Yuso y Suso, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El entorno natural, entre montañas y bosques, invita al descanso y a la reflexión.

Dónde dormir: área de autocaravanas en San Millán o camping cercano (Camping Berceo es una buena opción).

Día 4 – Arnedo y la Rioja Baja: naturaleza y tradición

El cuarto día puedes explorar la Rioja Baja, una zona más árida pero llena de sorpresas.

En Arnedo, descubre el Museo del Calzado y las cuevas del Cerro de San Miguel, excavadas en la roca. Si te gusta la naturaleza, acércate al Parque Natural de las Peñas de Arnedillo, donde podrás caminar junto al río Cidacos y, si hace fresco, darte un baño en las pozas termales.

Dónde dormir: área de autocaravanas en Arnedo o junto al balneario de Arnedillo.

Día 5 – Ezcaray: encanto de montaña y despedida

Para cerrar la ruta, sube hacia Ezcaray, uno de los pueblos más bonitos de La Rioja. Calles empedradas, casas de piedra y balcones floridos te darán la bienvenida.

Disfruta de un paseo por el río Oja o sube al Valle de Ezcaray en el entorno de la estación de esquí de Valdezcaray, ideal para una pequeña ruta de senderismo.

Dónde dormir: área de autocaravanas en Ezcaray (junto al polideportivo).

Consejos para viajar en autocaravana por La Rioja

• Evita acampar fuera de las zonas habilitadas: solo está permitido pernoctar, no acampar (sacar toldos, mesas, etc.).
• Planifica tus visitas a bodegas con antelación, sobre todo en temporada alta.
• Las distancias son cortas: en total, recorrerás unos 250 km en 5 días.
• Lleva siempre agua limpia y vacía depósitos en puntos autorizados (hay varios en Haro, Logroño y Arnedo).
• No te pierdas los mercados locales: los productos riojanos (quesos, embutidos, miel y vino) son un recuerdo perfecto.

Recorrer La Rioja en autocaravana es un viaje para disfrutar con los cinco sentidos. Cada curva te regala un paisaje de viñedos, una historia que contar o una copa que saborear. Cinco días bastan para enamorarte de esta tierra… pero seguro querrás volver.